¿Eres de los que piensan que para que te concedan un préstamo es necesario pasar por un banco? ¿Que hay que presentar cantidad de documentación yq ue lo más probable es que nos digan que no? ¿O tal vez seas de los que creen que los préstamos son algo sólo para quienes van a comprar una casa? ¿No conoces los préstamos al consumo? ¡En este artículo te lo contamos todo sobre ello!
Para empezar, lo cierto es que ninguna de estas ideas es cierta. Los préstamos al consumo cada vez están siendo más populares entre la gente y, especialmente, entre aquellas personas que quieren reformar la casa. ¿Pero qué es exactamente un préstamo al consumo y para qué se utiliza? En este artículo te lo vamos a contar detenidamente y te vamos a dar también ejemplos en los que es muy conveniente recurrir a este tipo de figura para financiar necesidades de primer orden.
En primer lugar, un préstamo al consumo no lo concede un banco, sino que lo concede, por lo general, una entidad como puede ser Ikea o Alcampo cuando compras un mueble o adquieres un ordenador. En estas ocasiones, podemos estar ante préstamos con un interés (que es lo más normal) o, incluso, podemos estar ante préstamos que no tienen ningún tipo de interés. Pues la ventaja para estas empresas no es tanto en el interés que se cobran como en el hecho de que adquiramos un producto que de otra manera no podríamos adquirir. Pero estos no valen para muchas cosas que necesitamos como, por ejemplo, reformar la casa.
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El préstamo al consumo y su uso
Así, podemos observar cómo el préstamo al consumo es especialmente utilizado en los casos de los grandes almacenes que nos ofrecen productos caros que podemos ir pagando cómodamente. Pero no es éste el único caso. Por ejemplo, otra forma en la que podemos tener un préstamo al consumo es cuando adquirimos un coche. En esta ocasión lo que hacemos cada vez que reembolsamos una letra del mismo es estar reembolsando este préstamo al consumo.
A la hora de hacer reformas en casa, por ejemplo, es muy útil contraer préstamos al consumo. Pues nos permiten disfrutar de la casa reformada desde el primer momento y nos permiten también prolongar el pago durante los meses siguientes, haciendo que nuestra situación económica sea más desahogada y mucho más cómoda para todos los miembros de la familia que viven en ella.
Ventajas de un préstamo al consumo
Entre las principales ventajas de un préstamo al consumo destaca la capacidad de adelantar pagos. Así, tomando como ejemplo el coche, si no optamos por un préstamo, no podremos pagar el coche hasta haber ahorrado lo suficiente, por lo que estaremos perdiendo aún más dinero – por ejemplo, pagando transporte público – en lugar de poder beneficiarnos de él desde el primer momento.
Otra ventaja de los préstamos al consumo es la inmediatez con la que se otorgan. Frente a otros productos financieros como pueden ser los préstamos bancarios, este tipo de créditos no necesita de ningún tipo de chequeo o de comprobación. El papeleo es mínimo y mucho más ágil. De hecho, es perfectamente posible hacerse con uno de estos préstamos en el mismo día.
Sin impuestos
A diferencia de otros préstamos como pueden ser por ejemplo los hipotecarios, los préstamos al consumo no están gravados con ningún tipo de impuestos, por lo que su adquisición es mucho más fácil y barata. Esto hace que cada vez sean más las personas que recurren a este tipo de productos financieros para poder hacer realidad sus proyectos.
Las reformas y los préstamos al consumo
A la hora de hacer reformas en la casa, rara vez el banco tiene en cuenta las necesidades de los inquilinos. Tanto si estamos haciendo reformas más que necesarias en nuestra vieja casa como si necesitamos hacerlas en la casa de la que aún estamos pagando la hipoteca, lo cierto es que los préstamos al consumo pueden ser una solución muy buena para ambas situaciones.
El banco, cuando nos concede la hipoteca, sólo nos financia el piso y su adquisición y en ningún caso necesidades imperiosas que podemos tener como reformar la cocina, quitar el gotelé o ampliar las habitaciones y cambiar la distribución del piso. ¿Por qué debería una familia esperar? Este tipo de obras pueden pagarse cómodamente a lo largo de los meses y disfrutarlas desde el primer día. De esta forma, al optar por un préstamo al consumo podemos beneficiarnos de la reforma desde el primer día.
A diferencia de los préstamos hipotecarios, los préstamos al consumo suelen ser por importes mucho menores. Sin embargo, se trata de importes lo suficientemente amplios como para financiar las reformas caseras más ambiciosas: una cocina, un baño, un porche o una reforma por completo de la casa pueden ser perfectamente causas para contratar uno de estos productos de financiación tan flexibles y útiles.
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