¿Cómo funcionan realmente los préstamos e intereses? te lo contamos todo.
Con mucha frecuencia se suele recurrir a las entidades
bancarias para conseguir préstamos personales. Estos son acuerdos a través de
los cuales el banco se compromete al adelanto de una cantidad de dinero a una
persona que recibe la denominación de prestatario. La persona en cuestión tiene
la obligación de devolver ese importe y pagar además unos intereses pactados
previamente y unos gastos vinculados a la transacción.
En lo referente a los tipos de interés, las
opciones suelen presentarse entre: interés fijo o variable. Un tipo fijo se
mantendrá siempre al margen de las fluctuaciones en los tipos de mercado,
mientras que el interés variable varía con el mercado. La elección entre ambas
opciones se limita a la capacidad del usuario para hacer frente a los posibles
cambios en la deuda.
Además de reparar en el tipo de interés nominal,
también hay que hacerlo en la TAE. Se trata de un cálculo un poco más más
complejo que incluye el tipo de interés nominal y las comisiones que puedan
aplicarle a su préstamo, valorando el plazo de la operación. Es un indicador
más fiable del coste real del préstamo.
Requisitos para recibir un préstamo
La entidad financiera tendrá que hacer un estudio de
viabilidad para valorar la capacidad de devolución de la persona que quiere
disfrutar de un préstamo. Esto es un proceso previo a la concesión del
préstamo. El análisis incluye los ingresos mensuales y los compromisos de
pago y deudas pendientes. Lo que les interesa en realidad es conocer si el
usuario podrá hacer frente a las cuotas mensuales sin complicaciones.
Entre la documentación precisa para pedir un
préstamo personal están: el DNI de la persona interesada, la factura proforma o
presupuesto del artículo que pretende comprar con el dinero prestado, el comprobante
de ingresos como la última declaración de la renta y últimas nóminas, la copia
del contrato de trabajo, el listado de patrimonio en el instante en que se pide
el préstamo, el recibo de la vivienda o contrato de arrendamiento y los recibos
de pago.
El interés fijo y el interés variable
¿Cómo funcionan realmente los préstamos e intereses? te lo contamos todo
El beneficio de tener un tipo de interés variable es
que el interesado podrá tomar ventaja de la reducción de su deuda deberían
reducir los tipo de mercado, sino que también puede tener que hacer frente a
los pagos más altos o una deuda total superior deberían subir los tipos.
Con un tipo de interés fijo, la persona que recibe el
préstamo que no tiene que preocuparse acerca de cualquier cambio en su deuda o
factura mensual, pero también puede no ser capaz de beneficiar a los tipos de
mercado deberían bajar a lo largo de su periodo de endeudamiento. Si te
gustaría ser capaz de planificar y presupuestar con cuidado, o si no tienes
dinero extra a mano para hacer frente a posibles aumentos en el coste, el
interés de tipo fijo va a ser la mejor opción para tu presupuesto.
La finalidad del préstamo
Por lo general, la cantidad de dinero solicitada en un
préstamo personal o bancario va destinada a la compra de un bien o servicio
concreto, en muchas ocasiones para ayudar en la compra de un coche o una
vivienda. En el caso de las empresas, quizás estemos más acostumbrados a
hablar de operaciones de crédito materializadas en líneas o pólizas, pero las
cuentas de crédito han de ser solicitadas para afrontar períodos pasajeros de
falta de liquidez o cubrir los gastos de una situación extraordinaria
relacionada con el circulante.
En el caso de las organizaciones los motivos podrían
ser varios: la compra de maquinaria, la compra de elemento de transporte,
las reparaciones y rehabilitaciones de los espacios de trabajo, la compra de equipos
informáticos o la contratación de servicios especializados relacionados con la
actividad ordinaria.
Las garantías y avales
Existe una gran diferencia entre las garantías que
exige un préstamo personal o al consumo con respecto a las de un préstamo
hipotecario, ya que en este último, la principal garantía de cumplimiento de la
obligación de pago, es el bien real que se hipoteca. Esto significa que en caso
de impago, la propiedad del inmueble pasará directamente a la entidad
bancaria.
Además de la garantía del inmueble, en los préstamos
hipotecarios se avala con la garantía personal del solicitante. En el
caso de un préstamo personal, la garantía de cobro se basa en todos los bienes
presentes y futuros que tenga el solicitante.
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