En el ámbito financiero, la ley de usura juega un papel importante en la protección de los consumidores y la regulación de los intereses en los préstamos y créditos. Este marco legal establece límites y criterios para evitar prácticas abusivas por parte de los prestamistas. En préstamos Invest & Loan, en este artículo, se explora en qué consiste, los intereses permitidos y las consecuencias de la aplicación de tasas usurarias.
¿Qué es la ley de usura?
La ley de usura (Ley de 23 de julio de 1908 sobre nulidad de los contratos de préstamos usurarios, más conocida como Ley de Azcárate) es una legislación que tiene como objetivo proteger a los consumidores de prácticas financieras abusivas. Su propósito es evitar que los prestamistas se aprovechen de la necesidad de liquidez de las personas para cubrir sus deudas y les impongan intereses exorbitantes que resulten en una carga financiera insostenible.
La legislación establece la nulidad de contratos de préstamo que puedan considerarse usurarios. Se consideran como tales los contratos que aplican un interés notablemente superior al normal del dinero, teniendo en cuenta la situación en la que se prestó.
Según el artículo 3º de esta ley, cuando se anula un préstamo usurario, el prestatario solo está obligado a devolver el capital prestado, sin intereses.
Además de regular la nulidad de préstamos que puedan probarse como usurarios, su texto también contempla otros elementos, como las operaciones que involucran a personas incapacitadas, tal y como se indica en el artículo 1º: «Será nulo todo contrato de préstamo en que se estipule (…) que ha sido aceptado por el prestatario á causa de su situación angustiosa, de su inexperiencia o de lo limitado de sus facultades mentales».
¿Qué intereses están permitidos por la ley de usura?
Siguiendo la jurisprudencia, el Tribunal Supremo (sentencia de 25 de noviembre de 2015) estableció como interés usurario, aquel que supere el doble del interés medio ordinario en las operaciones de crédito al consumo a fecha de firma del contrato de financiación.

¿Cuáles son las consecuencias de la aplicación de intereses usurarios?
La aplicación de intereses usurarios conlleva diversas consecuencias tanto para los prestamistas como para los prestatarios.
Para el prestamista
Si el prestatario ya ha abonado una cantidad superior a la recibida, tiene derecho a reclamar la devolución del excedente al prestamista, amortizando así el préstamo y recuperando su dinero. En el caso de que la cantidad pagada por el prestatario sea inferior al capital prestado, solo deberá pagar lo que queda pendiente, sin aplicar intereses.
Asimismo, puede acarrear sanciones y otras acciones legales. Tal como se recoge en el artículo 5: «A todo prestamista a quien, conforme a los preceptos de esta ley, se anulen tres o más contratos de préstamos hechos con posterioridad a la promulgación de la misma, se le impondrá como corrección disciplinaria (…) según la gravedad del abuso y el grado de reincidencia del prestamista»
Para el prestatario
Un préstamo con intereses excesivamente altos puede ser imposible de pagar a partir de los recursos propios, lo que dificulta el pago de las cuotas y provoca el sobreendeudamiento. Esto puede tener un impacto negativo en la economía personal y familiar, generando estrés financiero y limitar la capacidad de acceder a futuros créditos.
Por ello, es importante que los prestatarios estén informados y sean conscientes de los límites de interés establecidos por el marco legal vigente. Antes de firmar un contrato de préstamo, es recomendable leer detenidamente los términos y condiciones, y asegurarse de que las tasas aplicadas sean legales y justas.
En definitiva, la ley de usura desempeña un papel fundamental en la protección de los consumidores que necesitan acceder a préstamos y créditos para salir adelante. Su objetivo es prevenir prácticas financieras abusivas y garantizar la equidad en las transacciones.
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