Los préstamos ICO forman parte del lenguaje empresarial y bancario español desde hace décadas. Sin embargo, quienes no han recurrido nunca a ellos pueden desconocer sus condiciones de funcionamiento. Por eso, vale la pena analizar sus claves. Asimismo, se invita al lector a conocer la información de consultoría sobre préstamos de Invest & Loan.
Préstamos ICO: definición
En primer lugar, hay que señalar que se trata de líneas de financiación con las que el Instituto de Crédito Oficial facilita fondos con la intermediación de las entidades de crédito. Su cometido es impulsar la economía y el empleo en las empresas nacionales mediante la concesión de préstamos y créditos que sirvan para que estas adquieran la liquidez oportuna.
En este sistema de préstamo de colaboración entre el sector público y el privado intervienen tres actores principales. El primero de ellos es el citado ICO, que se revela como la entidad que se tiene que encargar de prestar los fondos y definir las condiciones que dan acceso a este tipo de financiación.
También participa una red de bancos comerciales que cuenta con la autorización pública para gestionar, una vez aprobados por el ICO, estos préstamos. Estas entidades analizan si el préstamo es viable, asumen los riesgos y gestionan la entrega de los fondos. Por último, interviene el solicitante del préstamo o crédito.

¿En qué casos y quién puede pedir un préstamo al Instituto de Crédito Oficial?
Los solicitantes pueden ser desde grandes firmas a pequeñas y medianas empresas, pasando por profesionales independientes e incluso otros organismos públicos.
Por otro lado, las líneas de financiación de estos préstamos pueden incluir perfiles muy diversos. A grandes rasgos, se dividen entre su proyección internacional y nacional. Las líneas de crédito destinadas a la internacionalización pueden abarcar incluso a empresas que solo cuenten con un 30 % de capital español. Pueden dedicarse tanto a empresas que se implantan en el extranjero como a las que se centran en la exportación y también incluyen la financiación en las divisas de los terceros países.
Por su parte, los préstamos que se conceden en territorio nacional, sobre todo, se dirigen a las empresas que tienen problemas de liquidez o necesitan fondos para determinados proyectos. Se presta especial atención a sectores como el agrícola u otros muy relacionados con los nuevos fondos europeos, tales como la ecología y la digitalización.
Inconvenientes de pedir un ICO frente a un préstamo tradicional
Antes de entrar a valorar los eventuales inconvenientes de pedir uno de estos préstamos, conviene resaltar que, si numerosos empresarios los solicitan, se debe a sus condiciones beneficiosas. En este sentido, cabe reseñar que no se cobra comisión de apertura, aunque sí de amortización anticipada.
Además, los intereses de estas operaciones son menores que los fijados generalmente por la banca comercial. También es preciso recordar que estos préstamos se pueden devolver incluso en veinte años, mientras que los bancos convencionales raramente otorgan más de ocho para sus devoluciones.
No obstante, los candidatos han de tener en cuenta que estos préstamos tienen una motivación finalista (salarios, facturas, circulante, locales, suministros, etc.). Por lo tanto, el ICO podrá pedir justificantes que acrediten que el préstamo se ha invertido en las partidas autorizadas. Asimismo, no se puede acceder a esta vía de financiación si se figura en algún fichero de deudores, como ASNEF, o la empresa se encuentra inmersa en un procedimiento de concurso. Son supuestos en los que la banca digital sí puede llegar a conceder préstamos.
En definitiva, los préstamos ICO aportan un plus en materia de financiación, pero sus beneficiarios han de emplear el dinero solo en los conceptos aprobados por esta institución.
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