En determinadas ocasiones, los préstamos van acompañados de la pignoración de un bien personal. Es una manera legal que tiene el prestamista de asegurarse que va a recuperar el dinero prestado, aunque sea en forma de bien. En préstamos Invest & Loan te contamos en qué consiste.
Qué significa pignorar un préstamo
Cuando tienes deudas o problemas de liquidez, es habitual pedir créditos a las entidades financieras, ya que es una manera sencilla de hacerles frente. En los casos de grandes sumas de dinero, el prestamista te puede pedir que demuestres que puedes devolverlo en el tiempo establecido. A veces, la falta de recursos económicos suficientes puede hacer peligrar la aprobación de la financiación.
Para ello existe la pignoración, un término que no es muy frecuente, pero muy útil para agilizar y facilitar que te presten dinero. Así, en los casos de impagos, las entidades podrán quedarse con los bienes que hayas pignorado, cuyo valor debe coincidir con el total del préstamo.
Con respecto a los bienes que se pueden pignorar existe un gran abanico de posibilidades. Entre ellos están los bienes tangibles, como puede ser un coche, una moto o las joyas. También están los activos financieros, como depósitos bancarios, derechos de crédito y las acciones. En el caso de estas últimas, cuyo atractivo es que generan rentas, no entrarían dentro de la garantía de pago. Esto quiere decir que la entidad financiera no disfrutaría de los intereses generados.
También existen limitaciones y son relativas a aquellos derechos o bienes que se consideran que están fuera del comercio. Por ejemplo, los planes de pensiones no se pueden pignorar en nuestro país, ya que tienen una protección legal especial.

Diferencia entre pedir préstamo con garantía inmobiliaria y pignorar un préstamo
La pignoración es un concepto puede confundirse con otros empleados por el sector bancario, como es el de pedir un préstamo con garantía inmobiliaria. Sin embargo, ambos cuentan con importantes diferencias.
Este último término hace referencia a que la entidad solo te concederá el préstamo si usas una vivienda como garantía de devolución. Esta debe ser de tu propiedad y estar pagada, como mínimo, en un 80 %. De esta manera, si no puedes hacer frente a las cuotas de devolución del préstamo, la entidad podrá ejecutar la garantía y quedarse con tu vivienda.
En el caso de la pignoración, la prenda pignorada se pone físicamente en custodia de la entidad y no puedes utilizarla ni beneficiarte de ella. Por ejemplo, si el bien es tu coche no podrás conducirlo hasta que hayas devuelto el préstamo y este quedará custodiado por tu prestamista. También se pueden pignorar viviendas, aunque, en este caso, no se podría hacer uso de ella.
En ambos casos, el cliente sabe que podría perder su propiedad, de no devolver el dinero a tiempo. Siempre existe la posibilidad de negociar con la entidad incrementar el tiempo establecido y reducir la cuota para que sea más sencilla su devolución.
En definitiva, a la hora de conceder préstamos las entidades se pueden valer de un sistema denominado pignoración. Los clientes que tengan un perfil de riesgo alto, es decir, que por sus circunstancias podrían no devolver el dinero, tendrían este instrumento a su alcance para conseguir el crédito. Tiene muchas diferencias con respecto a otro tipo de garantías, como la de la garantía inmobiliaria. Con respecto a los bienes pigmentados, la ley permite desde un coche a unas acciones.
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